La celebración de las Cruces de Mayo es una tradición generalizada en muchos puntos de la geografía condal. Los rituales y las fiestas suelen representar y activar el vínculo del hombre con lo natural y lo sobrenatural. Ello es posible conocerlo y experimentarlo en muchos de los pueblos del Condado, en los que se crea un marco para que se expresen los sentimientos y las emociones que ese momento propicia entre la gente.
Apenas hay localidades en la comarca que no participen cada mes de mayo en la Fiesta de la Cruz: Bonares, Villarrasa, Villalba del Alcor, Rociana, Lucena del Puerto ofrecen escenografías ricas en imágenes que dejan ver una particular manera de celebrar el triunfo de la primavera. En el corazón del Condado, el pueblo de La Palma del Condado se identifica y señala por la devoción a sus Cruces de Mayo que procede al menos del siglo XIX, cuando los vecinos y familiares levantaban en los portales y corrales donde vivían sencillas cruces públicas decoradas con flores y romero del campo, y la festejaban con música y folklore típicos de la tierra en torno al día 3 de mayo, en que se conmemora la Invención de las Santa Cruz. Destacables son también las 12 Cruces de Bonares, únicas de la provincia declaradas de Interés Turístico desde 1998.
El Condado y sus pueblos señoriales, cuna de viejos vinos y vinagres, esperan al visitante cada mes de mayo para mostrar lo mejor de sí mismos en unas fiestas llenas de belleza y fervor popular que se disfrutan en las calles, en cada plaza o esquina donde la emoción surge de forma espontánea.
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